- La literatura es una máquina acorazada. No se preocupa de los escritores. A veces ni siquiera se da cuenta de que éstos están vivos. Su enemigo es outra, mucho más grande, mucho más poderoso, y que a la postre la terminará venciendo. Pero ésa es outra história.
- Muchas
pueden ser las patrias, se me ocurre ahora, pero un solo el
pasaporte, y esse pasaporte evidentemente es el de la calidad de la
escritura. Que no significa escribir bién, y ni siqueira ese, pues
escribir maravillosamente bien tanbién lo puede hacer qualquiera.
Entonces que es una escritura de calidad? Pues lo que simpre a sido:
saber meter la cabeza en el oscuro, saber saltar al vacío, saber que
la literatura básicamente es un ofício peligroso. Correr por el
borde del precipicio: a un lado el abismo si fondo y al outro lado
las caras que uno quiere, las sonrientes caras que uno quiere, y los
libros, y los amigos, y la comida. Y aceptar esa evidecia aunque a
veces nos pese más que la losa que cubre los restos de todos los
escritores muertos.
- Exiliarse no es desaparecer sino enpequeñerse, ir reduciéndose lentamente o de manera vertiginosa hasta alcanzar la altura verdadera, la altura real del ser. (…) Toda literatura lleva en sí el exilio, lo mismo da que el escritor haya tenido que largarse a los veinte años o que nuca haya movido de su casa.(...) El exilio es el valor. El exilio real es el valor real de cada escritor.
- Los
cobardes no editan a los valientes.
- Si
tubiera que asaltar el banco más vigilado de Europa y si pudiera
elegir libremente a mis compañeros de fechorias, sin duda escogería
un grupo de cinco poetas. Cinco poetas verdaderos, apolíneos o dionisíacos, da igual, pero verdaderos, es decir com un destino de
poetas y com una vida de poetas. No hay nadie en el mundo más
valiente que ellos. No hay nada en el mundo que encare el desastre com
mayor dignidad y lucidez.
- Las
mentiras y los libros de memórias hacen buenas migas.
- (Philip K.) Dick
era una especie de Kafka pasado por el ácido lisérgico y por la
rabia. Dick
es el Toreau más la muerte del sueño americano. Dick escribe, en
ocasiones, como un prisionero porque realmente, ética y
estéticamente, es un prisionero.
- No sé qué nos dice, hoy, los trovadores. Parecen lejanos allá en su siglo XII y parecen ingénuos. Pero yo no me fiaria demasiado. Sé que inventaron el amor, y también inventaron o reiventaron el orgullo de ser escritor, siempre y cuando uno sepa meter la cabeza en en pozo.
- Detras
de esta muchedumbre, sin embargo, se esconde el único, el verdadero
mecenas. Si uno tiene la suficiente paciencia como para llegar hasta
allí, tal vez lo pueda ver. Lo que ve probabelmente acabe
defraudado. No es el diablo. No es el Estado. No es un niño mágico.
Es el vacío.
- No
se debe plagiar. El plagiario merece que le cuelguen en la praça
publica. Esto lo dijo Swift, y Swift, como todos sabemos, tenia más
razón que un santo.
Así
que este punto queda claro: no se debe plagiar, a menos que desees
que te cuelguen en la plaza pública. Aunque a los plagiarios, hoy en
dia, no los cuelgan. Por el contrario. Reciben becas, premios, cargos
publicos, y, en el mejor de los casos, se converten en best-sellers y
líderes de opinión. Que término más estraño y feo: líder de
opinión. Supongo que significará lo mismo que pastor de rebaño.
- Nunca
aborde a los cuentos de uno en uno. Si uno aborda los cuentos de uno
en uno, honestamente, uno puede estar escribiendo el mismo cuento
hasta el dia de su muerte.
P - Que
le despierta la palabra póstumo?
R - Suena a nombre de gladiador romano.
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R - Suena a nombre de gladiador romano.
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Roberto Bolaño, Entre paréntesis: Ensayos, artículos y discursos (1998-2003), Anagrama, Colección Compactos